Antes de comunicar las propuestas de valor, las organizaciones deben tratar de conocer en profundidad a su público objetivo para diseñar mejor sus estrategias de comunicación y marketing, y así obtener los resultados esperados.
Dado que el éxito del negocio y su prosperidad en el mercado depende de los clientes y satisfacción de necesidades, se vuelve un elemento clave la colocación del cliente como centro de sus operaciones y actividades diarias.
Así es como nace la necesidad de desarrollar las habilidades de atención al cliente, comprender cuales son sus motivaciones, sus preocupaciones y sus necesidades para actuar acorde a ellas y generar un mayor valor para ellos a partir de las ofertas de la empresa.
Para esto se recomienda que tanto los vendedores como los demás miembros de la organización pulan sus habilidades de servicio al cliente y pongan en práctica las siguientes acciones: