El panorama ha cambiado para las organizaciones de hoy en día. Además de preocuparse por los resultados financieros exigidos, las empresas comienzan a tener en cuenta otros aspectos que impactan sobre toda la sociedad, como lo son el cambio climático, la desigualdad de género, la innovación y las nuevas tecnologías y la inestabilidad económica mundial.
Donde antes se necesitaban líderes que guíen y encaucen a los equipos de trabajo hacia el alcance de las metas de la propia organización, ahora se precisa de personas que actúen con pasión y dedicación, que comprendan cuales son las consecuencias de su accionar y se comprometan con el impacto social y ambiental que tanto preocupa a la comunidad que lo rodea. Es decir que se precisa urgentemente que se comience a ejercer un liderazgo donde no solo se tengan en cuenta las necesidades de la empresa, sino que se incorporen también al planeamiento estratégico los intereses de los empleados y de la sociedad que la rodea, todas estas características propias de un liderazgo responsable.
Si bien el término de liderazgo responsable puede parecer poco claro para poder plantear acciones concretas a llevar adelante, un estudio realizado por Ellyn Shook y Peter Lacy de Accenture, permite identificar diferentes puntos de enfoque sobre los cuales se suele trabajar en Binden y sobre los cuales las personas pueden actuar si desean impulsar este tipo de liderazgo en sus organizaciones:
Inclusión de la comunidad y de las partes interesadas: Trabajando con empatía, poniéndonos en los zapatos de las partes interesadas (clientes, trabajadores y otras organizaciones) al tomar decisiones organizacionales, y fomentando un entorno más inclusivo en el cual las personas tengan un espacio donde se sientan cómodas para expresarse.