La idea de independizarnos para trabajar de lo que nos gusta a partir de un proyecto propio suele estar acompañada de muchos temores, por ejemplo, el temor a fracasar o el temor de tener un proyecto que una vez puesto en marcha no resulte lo suficientemente atractivo como para generar los ingresos necesarios para que podamos subsistir. Esto empeora cuando nos proponemos poner en marcha un negocio innovador o poco conocido en el mercado.
Afortunadamente existen diferentes herramientas que nos permiten evaluar la idoneidad o viabilidad del modelo de negocios de nuestros proyectos y que reducen el riesgo a tomar decisiones equivocadas, una de ellas es el Tablero de Validación.
Como lo dice su nombre esta es una herramienta que nos permite analizar y poner a prueba diferentes cuestiones del proyecto que tenemos en mente y determinar si las hipótesis de modelo de negocio son válidas antes de llevar adelante el proyecto. Esto resulta muy valioso ya que nos permite tomar las decisiones correctas de manera rápida y evitar incurrir en gastos innecesarios.
Para poner en práctica el tablero de validación se recomienda seguir una serie de pasos:
Paso 1. El primer paso consiste en plantear las hipótesis más importantes para el negocio, la hipótesis del cliente, la hipótesis del problema y la hipótesis de la solución, a las cuales vamos a llamar hipótesis básicas y que vamos a tener que validar en los pasos siguientes.
Para la hipótesis del cliente debemos plantear quiénes serán nuestros clientes, enfocándonos en los adoptadores tempranos, ya que estos serán nuestros primeros clientes.
Para la hipótesis del problema debemos establecer qué problema queremos resolver a partir de nuestra propuesta de valor de una manera clara y sencilla, relacionándola con la hipótesis del cliente.
Por último, para la hipótesis de la solución planteamos qué tipo de producto o servicio queremos ofrecer para resolver el problema de los clientes.
A su vez, en esta primera parte del tablero de validación aparecen los Pivots, que son cuatro casillas que nos permiten visualizar fácilmente la evolución y los cambios realizados a la idea de negocio a medida que vamos validando las hipótesis y analizando los resultados para tomar decisiones sobre la propuesta de valor.
Paso 2. La siguiente etapa del tablero que debemos llevar adelante se denomina como la “Zona de definición de experimentos”, en la cual vamos a identificar las hipótesis que impactan en mayor medida al proyecto y vamos a plantear diferentes experimentos que nos permitirán validar si dichas hipótesis se comprueban o no.
De esta manera, vamos a definir entonces:
Las hipótesis clave, que son aquellas que en el caso de no comprobarse podrían dañar al modelo de negocio y obligarnos a modificar alguna de las hipótesis básicas.
Las hipótesis de mayor riesgo, que son aquellas que le implican el mayor riesgo para el proyecto y que de no comprobarse o ser lo suficientemente incierta puede invalidar el modelo de negocio. Estas hipótesis se determinan empleando el criterio personal.
Los métodos que vamos a implementar para poner a prueba las hipótesis planteadas, para luego validarlas o rechazarlas. En este caso se pueden utilizar herramientas como las encuestas, las entrevistas, el análisis de investigaciones anteriores, entre otras.
Los criterios mínimos de éxito, que son aquellos indicadores que vamos a tener en cuenta como punto de comparación para validar o no las hipótesis. Este es un elemento muy importante en la herramienta ya que permite reducir el componente de subjetividad a la hora de tomar decisiones.
Paso 3. En esta última etapa del tablero vamos a ir registrando y analizando los resultados de los métodos o experimentos utilizados para contrastar las hipótesis con la realidad.
Para esto vamos a definir cuáles fueron las hipótesis que se validaron y cuáles no:
Las hipótesis serán consideradas como validadas si estás alcanzan los indicadores mínimos de éxito preestablecidos.
Por otro lado, las hipótesis serán consideradas como invalidadas si estas no alcanzan los indicadores mínimos de éxito. En estos casos, donde las hipótesis no se comprueban debemos volver a registrarlas en la primera parte del tablero, donde se encuentran las hipótesis principales de cliente problema y solución, para modificar alguna de ellas y volver a llevar adelante el ejercicio de validación de las hipótesis.
Lucia Ogrin, Gestión Administrativa en Binden Group.
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