"Los obstáculos son las cosas horribles que ves
al apartar tus ojos de tu meta."
Henry Ford
Se acerca el día más esperado del año para las niñas y niños de Argentina y recordamos una pregunta que suelen hacernos recurrentemente en los programas de formación y consultorías de Binden: “Si hago productos infantiles y quienes compran son los adultos a cargo, ¿a quién tengo que dirigir mi propuesta de valor?”
La respuesta siempre genera un gran debate. La prioridad es orientar la propuesta al usuario, pero vamos a analizar qué particularidades presentan la segmentación y qué pasa con las acciones comerciales en estos modelos de negocio.
Se habla mucho de segmentación. Técnicamente, un grupo de personas se considera un segmento si tiene una preferencia o valoración particular respecto de una necesidad o beneficio, que a su vez, es distinta de la de otros y común entre ellos. Para que ese segmento sea relevante para nuestra empresa, lo tengo que poder identificar y ofrecer, a las personas que lo integran, una solución que tenga un diferencial desde la propuesta, la comunicación o la manera de relacionarme. Es decir, le tengo que prometer (¡y cumplir!) que le voy a resolver un problema “mejor que la competencia”.
Entender quién y por qué nos va a elegir es fundamental para direccionar nuestros esfuerzos de marketing y ventas en la dirección correcta. No se trata de tener un millón de amigos en Facebook, sino de llegar a aquellos que les interesa mi propuesta y están dispuestos a consumir lo que ofrecem