top of page

Bootstrapping: Activá tu modo emprendedor

El porqué una persona emprende se puede deber a diversas motivaciones: lograr su independencia económica, hacer lo que le apasiona, llevar adelante un cambio en el mundo, entre otras.


Las razones pueden ser muchas, pero lo que queda claro es que para poder lograrlo hay que ser perseverante y valiente para poder atravesar todas las situaciones que se les presenten. La idea que da origen al negocio suele estar sobrevalorada. Lo más importante es la voluntad de plasmarla y de ir aprendiendo sobre la marcha a partir de leer las señales que nos va dando el mercado en que operamos.


Tener una mentalidad emprendedora implica encarar la vida con confianza y aceptar la realidad incierta y cambiante. Las personas que poseen este tipo de mentalidad se ven atraídas por las oportunidades, encaran sus proyectos asumiendo los riesgos que estos implican y enfocan su energía en lo importante para poder salir adelante. Estas cualidades se pueden desarrollar y es fundamental hacerlo porque son claves. Va a haber dificultad siempre, y es la actitud con la que uno la encare lo que va a permitir sortearla y muchas veces salir fortalecido.


Pero entonces ¿cómo podemos desarrollar dicha mentalidad emprendedora?


Ser conscientes de qué nos motiva a emprender. Es decir, si lo hacemos por necesidad o porque detectamos una oportunidad en el mercado. Poner esto sobre la mesa nos permite evaluar el dinero, el tiempo y las expectativas en juego.


Listar cuáles son las ventajas y desventajas que tenemos. Es clave ser honestos con nosotros mismos para no esperar que el emprendimiento genere cosas que no nos va a poder dar. O que al menos no lo va a hacer en los plazos que necesitamos.


Mapear nuestras competencias para llevar adelante el proyecto para entender si son las que necesita el emprendimiento al menos en su etapa inicial. Esto nos permitirá entender también si necesitamos un socio para desarrollarlo, en tanto aporta competencias críticas, o contratar un colaborador que aporte en el desarrollo de tareas necesarias que no tenemos la capacidad de llevar adelante.


Conectarnos con nuestros miedos de manera genuina. El poder verbalizarlos ya es un primer paso importante para trabajar sobre ellos de manera que no sean un obstáculo para el desarrollo del negocio.


Las cualidades personales del emprendedor o de los socios fundadores del emprendimiento son críticas sobre todo en la fase inicial en términos de viabilidad. Pero también entran en juego los demás recursos de los cuales se disponen para poner en funcionamiento la idea o proyecto. Tenemos que ser conscientes que emprender implica tiempo, dinero y esfuerzo sostenido día tras día, mes tras mes, año tras año. Y la etapa inicial requiere recursos extra de tiempo, dinero y esfuerzo si queremos que el negocio pueda remontar vuelo.


Pero también es cierto que uno puede emprender con poco y que la escasez puede ser una restricción favorable en términos de creatividad e innovación, encontrando alternativas de bajo costo para llevar adelante algunos procesos. El Bootstrapping, que es el término que se utiliza para referirse a emprendimientos que se generan a partir de los recursos que están a mano (un teléfono, una máquina que tenemos o el propio hogar, por ejemplo), es una forma de desarrollar negocios a partir de la financiación propia que crece en todo el mundo, aún antes de la pandemia. La ventaja que tiene no depender de financiación externa en forma de inversiones de capital o préstamos es algo que lo vuelve aún más relevante dado el actual contexto de incertidumbre y dificultad para acceder a fuentes externas de financiación.


Si bien puede parecer algo arriesgado, el bootstrapping otorga al emprendedor varios beneficios:


- Evita la pérdida de tiempo y esfuerzo por encontrar inversionistas.

- Posibilita desarrollar sus capacidades de gestión y creatividad ya que, al contar con poco dinero, siempre se buscará la forma más innovadora y eficiente para utilizarlo.

- Permite poner foco en el cliente dado que el negocio depende de su satisfacción.

- Posibilita aprender de los errores y encontrar nuevas formas de mejora.


Y, como toda herramienta, esta posee algunos aspectos que se han de considerar a la hora de llevarla a la práctica:

1. Elegir un mercado del que se tenga conocimiento y que no requiera de grandes inversiones iniciales para ingresar. Resulta indispensable conocer qué es lo que los clientes buscan, con quienes se compite y qué actividades se tienen que llevar adelante para el alcance de las metas.


2. Planificar el negocio. Organizarse y proyectar teniendo en cuenta las limitaciones del capital disponible resulta crucial para el aprovechamiento eficiente de los recursos.


3. Trabajar desde casa. Al no tener que alquilar un espacio para el desarrollo de sus actividades, el emprendedor ahorra una gran parte de sus ingresos que podrá invertir en los aspectos que hacen a la propuesta de valor del negocio.


4. Introducirse al mundo online. Las páginas web y redes sociales constituyen herramientas clave para dar a conocer el negocio a gran cantidad de personas en poco tiempo.


5. Hacer la mayor cantidad de actividades uno mismo. Para ahorrar dinero y recursos, se recomienda confeccionar una lista de todas las actividades y procesos del negocio para identificar cuáles de ellos pueden ser llevados adelante por el propio emprendedor, sin requerir de la ayuda de terceros y los costos que esta implica.


6. Incorporar personas que crean en la visión del negocio. Si existen actividades desafiantes que superan las capacidades del emprendedor, resulta fundamental involucrar a personas que puedan hacer frente a los obstáculos gracias a que cuentan con la misma pasión que él.


7. Tercerizar trabajos puntuales. La mejor manera de ahorrar dinero es siempre centrarse en las actividades que dan las bases a la propuesta de valor del negocio y contratar personas que realicen aquellos trabajos accesorios solo en ocasiones aisladas.


8. Concentrar la energía en las tareas que más valor le aportan al negocio. Centrarse en lo más importante y tratar de optimizar la productividad para mejorar los resultados.


9. Hacer que los ingresos sean mayores que los gastos. Una de las mejores formas para lograrlo es solicitar plazos extendidos de pago a proveedores para que estos se posicionen en fechas posteriores a la de los ingresos por ventas.


10. Enfocarse en el cliente. Es importante conocerlo bien, saber cuáles son sus deseos y necesidades, de forma tal de satisfacerlas correctamente y hacerles vivir una mejor experiencia en su interacción con el negocio.


11. Hacer networking y estrechar relaciones. Generar contactos en la industria permite acercarse a nuevas oportunidades para hacer crecer el negocio. Lo mismo ocurre con el establecimiento de relaciones cercanas con proveedores y clientes.

Si bien en un principio puede resultar una tarea difícil el iniciar un negocio sin ayuda de terceros, esto posibilita al emprendedor librarse de presiones financieras provenientes del pago de préstamos y, además, le permite darse cuenta de que no siempre se requiere de montos imposibles de dinero para la puesta en funcionamiento de un proyecto. También es cierto que “estresa” bastante la etapa inicial, por la presión de generar ingresos rápidamente, sin la maduración suficiente del proyecto y que los márgenes de maniobra ante los vaivenes económicos y financieros son escasos o nulos, poniéndose rápidamente en jaque lo construido hasta ese momento.

Dicho esto, no debe dejarse de lado que los negocios no se hacen de la noche a la mañana y que estos siempre son consecuencia de un arduo trabajo, planificación y resiliencia para sacarlos adelante. Puede suceder que en algún momento la falta de financiación puede limitar el crecimiento del proyecto por no contar con suficiente inversión o el acceso a determinadas oportunidades comerciales.

No obstante, sortear dificultades es el foco de desarrollar una empresa de cualquier tamaño o sector. Recordando una frase de Henry Ford, fundador de Ford Motor Company, “Cuando todo parezca ir en tu contra, recuerda que el avión despega contra el viento”. Los negocios siempre atraviesan circunstancias difíciles. Es parte de su naturaleza. Y siempre hay empresas que luchan y se reinventan logrando superar los desafíos que enfrentan en el camino.


Lucia Ogrin, Gestión Administrativa en Binden Group.

Laura Gaidulewicz, Directora de Binden Group.

Entradas Recientes

Ver todo
  • WhatasApp
  • Blanco Icono de Instagram
  • White Facebook Icon
  • White YouTube Icon
  • White Twitter Icon
  • White LinkedIn Icon
bottom of page